En los tiempos de pandemia no hemos salido tanto como antes, en efecto, las calles y las plazas de nuestras ciudades se veían casi vacías, pareciendo terrenos desérticos. Aunque fue una situación muy rara, esto nos ha servido para observar cómo nuestra presencia y estilo de vida influye alrededor del mundo. Hemos visto, por ejemplo, el retorno de los delfines a Venecia después de la proclamación del confinamiento en Italia, pero no es el único caso de la recuperación de la naturaleza mientras que la gente se quedaba en sus casas.
Estas imágenes nos hacen preguntarnos sobre la sostenibilidad del estilo de vida contemporáneo, así como del turismo que en los últimos años ha alcanzado niveles nunca vistos. ¿Podemos seguir de esta manera? El consumo masivo típico para el mundo occidental y la urbanización tiene una influencia negativa en la biodiversidad y el estado medioambiental, que en consecuencia nos daña a nosotros también: la dieta no variada y con escasos productos frescos, así como el aire contaminado afecta a la salud, causa problemas y enfermedades serios en muchas personas.
En cuanto al turismo, también hay que pensar en el precio que pagan los países menos desarrollados. La gentrificación, la construcción de estructuras pensadas explícitamente para los turistas y la explotación de sitios perjudican a la localidad local, muchas veces indígena, alzando el coste de la vida a un nivel que no se puede sostener, entre otros.
Con las restricciones de viaje el número de turistas disminuyó notablemente, lo cual ha tenido dos caras: por un lado, zonas que solían recibir visitantes han podido experimentar cierta tranquilidad, y por otro lado, las economías basadas frecuentemente en el turismo, como la española, sufrieron una crisis, con muchas personas encontrándose en paro. Quizás esta situación es una oportunidad para reflexionar sobre la dirección en la que queremos que vayan las economías del mundo. ¿Queremos volver a las costumbres de los tiempos pre-Covid o queremos instaurar algunas restricciones para volvernos más sostenibles? #miradascruzadasphoto